jueves, 15 de enero de 2009

Espresso cortado


Este cuento no es mio, es de Arturo Loria (Velvet boy). Este cuento en especial me gusto mucho, porque realmente te empiezas a desesperar junto con el personaje. A ver que les parece.


Espresso Cortado

por Arturo Loria

La kilométrica fila era prácticamente un insulto: Al frente, un hombre trajeado ejercía un soliloquio con un alter ego llamado “Licenciado Alemán” que parecía vivir en un minúsculo aparato adherido a su oído. Detrás de él, un par de asistentes ejecutivas con toneladas de spray Aquanet en el cabello contaban la historia de Mary, asistente ejecutiva del Licenciado Echeverría: “A la pobrecita no le pagan todas las horas extras que trabaja, se queda retarde, mi Fanny”. Siguiendo a las asistentes, dos veinteañeras rubias adheridas a su matutina ropa deportiva color pastel sostenían una plática apenas comprensible para el oído humano.
- No, neto…te lo juro…o sea, así tipo de que, ¿ya sabes?
Él no podía creer que estuviera haciendo una fila digna de un banco tan sólo por obtener un espresso cortado, sin embargo, a las siete de la mañana parecía ser lo único que conseguía darle consistencia humana. El cuerpo le pesaba, sus ojos parecían tener dos enormes puertas de castillo medieval a las que tan sólo un ejército podría abrir, sus piernas temblaban y una serie de imágenes que no sabía si pertenecían al sueño o a la realidad se barajeaban por su cerebro.
El soliloquio del licenciado, la historia de Mary la asistente ejecutiva y la conversación entre las rubias en el idioma extraño, se mezclaban con el smooth jazz que salía de las bocinas ambientales del lugar. Por un instante sintió que se desmayaría. Afortunadamente, cuando estuvo a punto de perder la consciencia, el licenciado dejó la fila y pasó a una segunda instancia a esperar su café. La historia de Mary, la asistente ejecutiva, había parado, pues sus compañeras pedían una dotación de café digna de una tropa. Sin embargo, la conversación entre las rubias en el extraño idioma no paraba y se hacía más aguda y penetrante.
- Voy a volverme budista wey, así ya sabes tipo meditar, hacer yoga y todo eso. Es así como que super relax, ¿no?
De repente, el suspiro de voz de Billie Holiday se lo llevó fuera de ahí, y consiguió hacer que las rubias yoguis se fueran alejando poco a poco. Cuando de nuevo parecía que el sueño se apoderaría de él, descubrió que había llegado a su meta: Una chica joven con gorra y mandil, y con una sonrisa que demostraba que ella era una persona feliz y que el trabajar ahí la hacia feliz, esperaba detrás de un mostrador con forma de granos de café. Con voz rasposa, la persona feliz le dijo desde lo más profundo de su diafragma:
- ¡Hola!, ¡Mi nombre es Chío y estoy aquí para servirte!, ¿Qué te puedo ofrecer?
La pregunta de toda la vida. En otra circunstancia, él le habría contestado que otro trabajo en el que no tuviera que padecer horarios de empleado inglés de finales del siglo XIX, sin un jefe que tuviera forma de teléfono celular sonando cada cinco minutos y un sueldo digno de levantarse a las cinco de la mañana para viajar a través de la hora y media de tráfico. Él supuso que Chío tenía todo aquello que él no, y que por lo tanto, ella sí era feliz. Así que concluyo que lo único que Chío podría darle, era un espresso cortado que le devolviera su calidad de ser humano, misma que rebajaría en las siguientes diez horas de oficina.
- Un espresso cortado.- ¿Perdón?- preguntó Chío la Feliz sin mover un milímetro su sonrisa.- Un espresso cortado.- ¡Ah!, ¡Tú lo que quieres es un Shot au lait!- ¿Perdón?
Chío entonces (sin cambiar su sonrisa) giró su cabeza hacia una tabla localizada detrás de ella, en la que una serie de instrucciones ayudaban al consumidor a entender el maravilloso mundo del café.
- Shot au lait: Exquisito shot del café du jour extraído de vapor caliente, no hirviente, hecho en base…- “Con base” no “en…
Chío pareció no escuchar y prosiguió:
- Hecho en base de los más selectos granos africanos importados de Ugonda…- Uganda…- Ugonda. Te recuerdo que una de nuestras políticas más importantes es respetar a todos los productores de países del tercer mundo, por lo que nuestro café es cien por ciento natural y cien por ciento justo.- Sí, gracias, pero ¿Eso es un Espresso cortado?- Shot au lait: Exquisito shot del café du jour extraído de vapor caliente, no hirviente, hecho en base de granos africanos de Ugonda y enmarcado por una vaporosa capa de lactosa orgánica.Tras reflexionarlo unos segundos, concluyó que aquello era lo más cercano a un Espresso cortado, así que accedió al Shot au lait. Mientras buscaba en su cartera su tarjeta para el exorbitante pago del café, su celular sonó.- ¡Vargas!, ¿Dónde está?- Licenciado Portillo…esoty…- No me importa si estás en el funeral de tu mamá Vargas, te necesito inmediatamente aquí, que los de Media Corp llegarán en cualquier momento.- Sí Licenciado Portillo, solamente…- ¡Nada!, ¡Inmediatamente!
La presentación con los de Media Corp era el evento de la semana en la compañía, Vargas se había pasado semanas preparándola, y aunque empezaría dentro de dos horas, el licenciado Portillo tenía una extraña concepción del tiempo.
- De acuerdo, el Shot au lait.- ¿Lo quieres con algún jarabe en especial? Tenemos jarabe de vainilla, canela, arándano, papaya, guayaba y nuestra nueva edición de maracuyá, jarabe orgánico directamente importado de Brasil, porque te recuerdo que una de las políticas de nuestra compañía es respetar a todos los productores de los países del tercer mundo y…
- Sí, ya entendí, no gracias. Sin jarabe está bien.
- Ok…- Chío presionaba un botón tras otro como si estuviese a punto de desarmar una transbordador espacial.- ¿Qué tipo de leche quieres para tu café?
- ¿Perdón?
- Sí, el Shot au lait es una deliciosa bebida que lleva nuestra exclusiva leche orgánica, pero aún así, puedes elegir dentro de nuestra gran variedad: entera, deslactosada, light, entera light, deslactosada light, de arroz, de soya y nuestra más reciente innovación: leche materna para los babies.
- ¿Leche qué? No, leche normal.
Vargas sentía el teléfono móvil en su pantalón como la carga más pesada, sentía que a cualquier sonido o vibración de éste, la tierra temblaría. Imaginaba la voz del licenciado Portillo saliendo como un estruendo devastador de la bocina del teléfono. Pensó en la crisis que provocaría si llegase tarde aunque fuera por un minuto a la presentación de Media Corp.
- Ok…shot au lait, sin jarabe, leche entera…-Chío seguía presionando los botones infinitos mientras un sudor frío reptaba desde el cuello hasta la parte baja de la espalda de Vargas.- ¿Gustas acompañar tu bebida con nuestros nuevos brownies macrobióticos?
- No…es todo…gracias…- Y ahí estaba, en el bolsillo de su pantalón cual corazón delator su teléfono celular, al más mínimo movimiento, el mundo llegaría a un cataclismo de proporciones nunca antes vistas.
Vargas agitaba su mano con nerviosismo mientras Chío, con su inmutable sonrisa, presionaba y presionaba botones. El smooth jazz del fondo se combinaba con el sonido de las teclas, sonando hasta la última parte del alma de Vargas. Y Chío sonreía.
- Ok…¿Tu nombre por favor?- ¿Qué?- Tu nombre…- ¿Para qué …- “Toda bebida es única y toda persona es única: tú pones el nombre, nosotros el café”. Es el lema de nuestra compañía.
Vargas sentía el teléfono vibrar aunque no fuera así, escuchaba la voz del licenciado Portillo gritándole a través de las bocinas ambientales del café, su mano se agitaba más y más.
- ¿Tu nombre?- repitió Chío- Xa…Xavier Vargas…
Chío tomó un gigantesco plumón negro y escribió “Javier” en el vaso de cartón, por supuesto, reciclado, poniendo junto a la “R” una carita feliz.
- Ok Javier, ¿Tu pago es en efectivo o con tarjeta?- Tarjeta…- Xavier le entregó la tarjeta como si hubiera lanzado un dardo.- Ok…- Chío pasó la tarjeta por la central de pago con su inmutable sonrisa.- Oops…¿Te llamas Xavier con “X”?- Sí.- Oops.- Chío lanzó una risita inocente, como la de una travesura de niña.- ¡Detengan todo!, ¡La boba de Chío se volvió equivocar!- Y de nuevo la risita infantil.- No…no hay problema.- le replicó Vargas.- No, sí que lo hay. “Toda bebida es única y toda persona es única: tu pones el nombre, nosotros el café”.- Pero…- Sí, el licenciado Portillo le llamaría en cualquier segundo y lo despediría. Su carrera profesional habría llegado hasta ahí, sería un desempleado más de la tasa anual, se dedicaría a manejar un taxi y contaría en él a los incautos usuarios sus historias de la burocracia.- Pero nada Xavier con X…¡Sale de nuevo un Shot au lait sin jarabe con leche entera orgánica para Xavier con X!
Y el celular pesaba, pesaba como toneladas de miedo en el pantalón, la voz del licenciado Portillo se sentía venir como una inminente ola que arrasaría con Vargas, la imagen del pequeño Sedan Volkswagen con un gordo y desilusionado Vargas dentro era inevitable.
En eso, lo temido: un sonido agudo y penetrante salía de la bocina del celular. Vargas tenía ya preparada la respuesta, e incluso, la renuncia.
- ¡Licenciado perdone!, ¡En un segundo estoy allá!- Xavi mi vida, ¿Qué pasa?- ¡Mamá!, ahora no es el momento, estoy un poco ocupado…¿Te puedo llamar en la tarde?.- Ay Xavi, siempre lo mismo contigo. Está bien, llámame en la tarde, no importa que hablemos tan sólo unos minutos a la semana, digo, finalmente sólo somos tus padres, ¿No?- Mamá, no es eso, es que…- No, yo sé, yo sé hijo…tan sólo te recuerdo que aquello que tenía tu padre pasó de azul a morado, es todo te quiero, ciao…- Mamá, espera, ¿Ya fueron al doctor?- Te llamo en la tarde cielo, sé que estás ocupado…- Pero mamá…- Ciao cielo…
Sin darse cuenta, la rubia de los pants rosados se había puesto frente a él en la fila y se dirigía a Chío.
- Disculpa. Te pedí un latte gigante non fatto non grasso sans lactose con jarabe orgánico de papaya y me diste un latte gigante non grasso sans lactose con jarabe orgánico de papaya.- ¿Y qué pediste, perdón?- preguntó Chío con su inmutable sonrisa.- ¿Qué acaso es tan difícil conseguir por aquí un latte gigante non fatto non grasso sans lactose con jarabe orgánico de papaya?- Sale inmediatamente…Un Latte gigante non fatto non grasso sans lactose con jarabe orgánico de papaya para…¿Perdona, cuál es tu nombre?- Shannon.- ¿Perdón?- ¡Shannon!- gritó la rubia.- ¿Podrías deletrearlo?
Vargas lo sabía, en cualquier instante tendría que despedirse del monumental edificio de oficinas ultramodernas y de acabados minimalistas, tendría que cambiar el coche que recientemente había comprado por las placas del Sedán VW, su madre y su padre se decepcionarían. Sí, era el fin de todo.
- Ok perdona…- Chío lo sacó de su ensimismamiento con su perenne sonrisa- te cobro tu shot au lait sin jarabe con leche entera orgánica para Xavier con X…Cuando Chío estaba a punto de devolver la tarjeta, la tierra tembló y la voz del Licenciado Portillo se escuchó por las bocinas ambientales del café.- ¡Vargas!, ¿Dónde está?
Xavier Vargas salía desesperadamente del café con su espresso cortado en una mano y el licenciado Portillo en otra.
- ¡Ya casi llego licenciado!, ¡Perdone, sólo estaba comprando café!, Estoy…- Excelente Vargas. Tráigame uno por favor.- ¿Perdón?- ¡Lo que oyó!, ¡Quiero un café y lo quiero ya!

----------
Este cuento pertenece a Arturo Loría. La publicación de este cuento se encuentra en el blog Los días intensos

2 comentarios:

Victor Pavlov dijo...

Un cuento excelente aunque si llegué a desesperarme XD. Qué horrible es el Starbucks!

PrinzGhotic. dijo...

POR SATAN!!
QUE DESESPERACION!!!!!
NUNCA ME HA TOCADO ESO, Y ESPERO QUE NO ME PASE,PORQUE TERMINARIA AHORCANDO GENTE...
BUEN CUENTO, PERO HASTA ANSIAS TENGO EN ESTE MOMENTO...
¿LECHE MATERNA PARA BABYS?...